Nos juntamos a tomar un café en Corrientes y Callao.
Hace una década o más lo vi en una esquina de Plaza Italia y sin saber muy bien por qué, o por saberlo exactamente, le regalé una galletita de limón de esas que son como alfajorcitos.
Después siempre nos vimos, intermitentes.
Nos sentamos a la mesa y hablamos de la vida y de la muerte.
Hace poco tiempo su vieja decidió denunciar ante la CONADEP (hoy secretaría de derechos humanos) que la habían secuestrado junto con su marido y su hijo, él cuando tenía uno o dos meses. Ella antes no hablaba de lo que había pasado pero desde que pudo decir no deja de llorar. Él la acompañó y me cuenta los detalles: le dijeron a él también que llene el formulario para "las víctimas" y ahí se dio cuenta que era una víctima.
Sus viejxs estuvieron algunos días desaparecidos: torturas y simulacros de fusilamiento para que hablaran de cosas que no sabían.
Él, bebé, estuvo unas horas con los secuestradores que más tarde lo entregaron a los abuelos maternos.
A sus viejos los soltaron, hicieron la denuncia que 30 años más tarde su familia no recordaba y que la burocracia guardó para que él hoy pudiera tener el expediente y reconstruir lo dicho.
Después de lo ocurrido la mamá le contó que vivieron meses aterrados y encerrados en el departamento. Sin animarse a salir, con miedo.
Esos fueron para él los primero meses de vida. Me mira y se sincera: "¿Cómo no iba a ser un cagón?"
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miércoles, 16 de enero de 2013
viernes, 23 de noviembre de 2012
Israel, Palestina y Sudáfrica
23 de noviembre, aeropuerto de
Johannesburgo
Hace un año estaba en un aeropuerto,
igual que hoy. Llegaba a Ben Gurion a empezar los tres meses de
voluntariado como acompañante ecuménica en Belén, Palestina.
Hace un año empezaba a descubrir lo
que es el conflicto palestino israelí, lo que significa para la
gente que allí vive. Cómo se vive en conflicto.
Anteayer se declaró el cese del fuego de
la operación “Pilar defensivo”, una nueva operación en la que
Israel volvió a practicar el terrorismo de Estado contra la
población que -quiera o no reconocer- controla y de la cual es
responsable según leyes internacionales.
Y hay que hablar de los misiles que
parten desde Gaza, pero no se puede hacerlo del mismo modo que de las
acciones del Estado de Israel simplemente porque uno es un Estado y
lo otro un grupo armado. Comparar sin mencionar esto se llama teoría
de los dos demonios.
¿Es verdad que se preocupan por la
población en Gaza? Porque las personas, antes, durante y después de
los bombardeos israelíes siguen sitiadas.
¿Alguien cree seriamente que con el
cese del fuego se logra algo más? No digo que no salva vidas, que es
obviamente mejor no ser bombardeadx. Sin embargo ¿para qué? ¿Para
seguir así como están?
***
Me preguntó si era optimista o
pesimista con lo que estaba pasando en Gaza, como había estado en
Palestina y podía tener una mirada más cercana... Le dije que eso
no importa. Igual no cambia lo que pasa, le dije. No suma. Hay que
trabajar para que la vida de esa gente cambie para mejor.
La evaluación de cómo fue, que la
haga la historia.
Me miró y se quedó callado. Creo que
entendió que en esto de creer de que toda persona vale por el hecho
de ser humana, no hay optimistas y pesimistas. En esto de no querer
la injusticia y el sufrimiento de nadie, las metas pueden ser a
eterno plazo.
***
Hoy estoy en Sudáfrica. Hace unos días
vi un documental llamado “Road to Apartheid” que es básicamente
una búsqueda de similitudes y argumentaciones en relación a por qué
Israel sigue el modelo sudafricano.
Es raro estar en Sudáfrica escribiendo
esto. En el mismo día que hace un año atrás llegaba a Israel.
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