jueves, 5 de febrero de 2015

Essen, las essen y eso de destapar la olla

Essen es una ciudad alemana. También es una marca de ollas que quienes cocinan bien, mal y más o menos y tienen un ingreso medio alto conocen y, en general, veneran.
Luego de la vuelta de este último viaje, cada vez que cuento que estuve en Essen me refieren las ollas. No. Essen quiere decir "comer" en alemán.
Al fin que fuimos a Essen, dos noches a ver unos amigos que tampoco viven allí pero celebraban su aniversario de casamiento.
Conversábamos con una pareja de habla hispana en la mesa que preguntaba sobre la inseguridad en Argentina y las malas referencias que le habían hecho llegar al respecto.
En enero es invierno en Alemania y hace frío, algo así como menos dos grados esa noche.
La reunión terminó temprano y decidimos ir a conocer un recomendado bar de la ciudad. Unos tragos de medio litro al menos y una decoración a lo safari en Sudáfrica -aunque nunca estuve en uno-.
Cuando hablás de Alemania la típica es que allá todo está más organizado, limpio... "No es como acá" diría Luis Solari. Pero es como acá a su modo, o fue como acá ese día.
La estación de tren con gente (mucha) durmiendo en la calle, la ambulancia y sus médicos despertando a los homeless para asegurarse que seguían vivos con esas temperaturas en la intemperie, un apuñalado sangrando en la vereda frente a la entrada del hotel que quedaba en la plaza principal, la policía pidiendo compresas en el hall.
Lástima que eso no lo había visto antes de la reunión cuando me preguntaron por la inseguridad en Argentina. ¡¿Qué hubiera dicho?! ¡Se destapó la olla!