domingo, 18 de diciembre de 2011

Navidad tomada


Esta es la Navidad en Belén” dice uno de los hijos de la familia Zeidan cuando rescata de los escombros de su casa, que acaba de ser demolida, una almohada con la imagen de papá noel (foto).
Los ruidos de la casa tomada de Cortázar no son incógnitas en Belén. Las topadoras que destruyen casas, las máquinas que construyen muros de separación y el crecimiento de colonias ilegales en los territorios ocupados son los ruidos que poco a poco van tomando la casa de los palestinos.
Hay dos hermanos en Palestina también, musulmanes y cristianos, que hace años escuchan los ruidos y lamentan cuando una parte de la casa ha sido tomada. Ellos no tiran la llave por la alcantarilla como el narrador del cuento de Cortázar, ellos resisten.
Los muros y las alambradas van tomando las ciudades, las escuelas, las tierras, los olivos. Separan familias, separan vecinos, separan a los trabajadores de las tierras que labran.
La ocupación nos ocupa a cada uno, ocupa las vidas de los palestinos, la democracia de los israelíes, las esperanzas de los internacionales. La ocupación nos va tomando a todos, como los ruidos a veces imperceptibles que empezamos a naturalizar. 
El muro nos rodea y se hace concreto en nuestras mentes cuando dejamos de resistir, de tener esperanza.
Han tomado la Navidad, la tienen rodeada. Le toca una corte militar porque tiene documentos palestinos, nació en Belén. Detención administrativa porque la vieron que iba muy alto, más que el muro.

La organización B'Tselem1 indica que en 2011 (al 31 de octubre) ya se habían demolido 88 casas en los territorios palestinos ocupados.
Cuatro casas fueron demolidas el pasado 14 de diciembre en Beit Jala, barrio vecino de Belén.2
 
1Información disponible en http://www.btselem.org/planning_and_building/statistics#Notes Consulta: diciembre de 2011.
2Ver artículo en http://cor.to/Wou Consulta: diciembre de 2011.

4 comentarios:

  1. Gracias Gisela. Has sabido describir con templanza una situación de arrasamiento y crueldad social. Cual será el límite a tamaña injusticia?

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  2. El ser humano es muchas veces un animal de costumbres lo que termina contribuyendo a su alienación. Habrá que mantener el pensamiento crítico para no naturalizar la crueldad y dar lugar a la resiliencia.

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  3. Gracias Leonor, Leo y Anu por sus lecturas.
    No sabemos cuáles son los límites de la injusticia, desearía que los límites de la injusticia fueran la justicia y la verdad.
    "Resiliencia" eso es desde muchos lugares el pueblo palestino.

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