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viernes, 25 de noviembre de 2011

Lucky man

Alí, el taxista, es un tipo con suerte.
Lo imaginé desde que lo escuché hablar árabe y hebreo. Porque creí que eso le haría las cosas más fáciles y él lo confirma.
Su residencia en Jerusalén le da posibilidades que otros palestinos no tienen: puede salir de Jerusalén y vistar a su familia en Belén por ejemplo. Si no fuera por su permiso él no se vería con su familia. Los de Belén no tienen permiso para salir.
Su residencia en Jerusalén y su trabajo le permiten usar las autopistas de israelíes. Otros muchos no pueden.
Por si esto fuera poco él tiene un trabajo y aparenta un buen pasar. 
Pero su residencia en Jerusalén no alcanza para tanto. No puede visitar el este de su propia ciudad. Ese control para ver el muro de los lamentos no lo pasa.
Me sorprendió que se hable tan naturalmente de Jerusalén oriental y occidental, ¿no recuerda demasiado a otros momento históricos? 
Alí nació en Jerusalén pero no puede caminar sus calles por donde quiere.
El dice que tiene suerte, yo ahora lo dudo.

¿Guantánamo?

El taxi nos llevó desde el aeropuerto de Ben Gurion en Tel Aviv a Jerusalén Este donde está el hotel en que hoy estamos.
De Argentina llegamos dos para unirnos al grupo 42 de EAPPI
Nos esperó un taxista con un cartelito, ¡nunca me habían esperado con un cartelito, casi que me sentí importante!
El taxista es Alí, se disculpa por su "little English" pero igual conversa y se hace entender. Además habla árabe, su lengua materna, y hebreo a la perfección. 
Hay más o menos 50 minutos entre el aeropuerto y el lugar de destino, eso depende del tránsito.
La autopista está por partes alambrada o con un muro a su alrededor, a ambos lados. Pero no es para evitar que alguien cruce por allí erróneamente. Alí explica cuando el muro o el alambrado reaparece "arabic" dice cuando señala las pequeñas ciudades detrás de los alambrados o de los muros.
Cuando no hay muro o alambrado sobre la autopista Alí dice "israeli". No sabe muchas palabras pero se hace entender. Los israelíes y sólo los árabes que tienen permiso pueden usar las autopistas, el resto no.
Alí destaca y dice señalando otro lugar "here israelies and arabics", pero eso sólo pasa dos veces en todo el recorrido.
Sigue el camino entre controles militares, torres de control, más muro y más alambrado, hasta que Alí dice: "Guánamo" y muestras sus dos manos como esposadas soltando por momentos el volante. Entendemos, se refiere a una cárcel. Dice "arabic" y vuelve a hacer la seña de los esposados. Ahora entendemos qué quiso decir para que pudiéramos entenderle: "Guantánamo".