Hace 18 días que intento armar un texto. No puedo. La impotencia me supera y duele.
Hoy intenté ya no leer las noticias para no saber cuantas personas mas morirían hoy en la Franja de Gaza.
Haber conocido Palestina e Israel hace que hoy el dolor sea profundo.
Así que decidí leer otra cosa y no lo logré porque sigo pensando. Lo comparto porque igual me hizo bien.
MASA
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar.
Cesar Vallejo